8-11 de octubre de 2006
8 de octubre
Auditorio Gustavo Baz Prada de la Antigua Escuela de Medicina, UNAM,Brasil num. 35 Centro Histórico, inauguración y conferencia magistral.
9,10,11 de octubre
Auditorio de la Coordinación de Humanidades, UNAM,
circuito Mario de la Cueva s/n zona cultural de la Ciudad Universitaria.
En este coloquio se examinará la gama de temáticas localizadas en la intersección de dos conceptos: el de los procesos relacionados con el verbo "deshacer" y los involucrados en la noción material y cultural de "desechar". Que en español estas dos palabras sean casi homófonas sugiere convocar a una discusión que aproxime las formas históricas en que objetos y prácticas contienen como propósito su eliminación con la preocupación por el destino de lo obsoleto, residual o antiguo.
La hechura o factura es uno de los aspectos centrales del quehacer artístico tradicional. De hecho, en las formulaciones teóricas que van de Aristóteles a Heidegger la noción del arte como una producción (o poiesis) lo distingue de la mera práctica, atribuyéndole al artista siempre una función demiúrgica y original. No obstante, la creación no es la única modalidad de relación con lo estético. Occidente, por lo menos desde las épocas egipcia y romana, desarrolló un fuerte aprecio por lo que se podría llamar "lo des-hecho": el gusto por las ruinas, los monumentos y otros restos abandonados de edificios antiguos, pero también por los fragmentos de obras de arte y/o de culto que revelan aspectos de sus hechuras originarias, así como las hechuras y des-hechuras del tiempo. De la reliquia cristiana primitiva a la valoración de la entropía por parte de Robert Smithson, rendimos culto estético a una diversidad de índices del tiempo como un agente destructor-creativo, o un artífice inverso.
El coloquio se desarrollará en torno a los siguientes ejes temáticos:
Mesa I. El objeto que va a ser destruido. Como el célebre ensamble de un metrónomo con la fotografía de un ojo que Man Ray produjo en 1923, una gran cantidad de objetos artísticos y artefactos estéticos son creados o fabricados con la intención de provocar su desintegración posterior. De hecho, en ocasiones el momento más significativo del objeto no está en su etapa de plenitud, sino en el proceso de desarmado, repartición y/o consumo. De los arreglos de fantasía de la cocina para los banquetes romanos a las festividades de Luis XIV, de las máquinas autodestructivas de Jean Tinguely (como el Homenaje a Nueva York de 1961) a los judas, juegos pirotécnicos y piñatas tradicionales en México, así como muchos objetos rituales en las sociedades prehispánicas, todos tienen en común que la obra se produce para ser desintegrada en un momento determinado previamente. Este coloquio busca poner énfasis en obras, casos culturales y simbologías donde el acto de des-hacer aparezca como un proceso estéticamente complejo, deliberado y detallado, que llega a ser tan hábil e inventivo como la "creación" misma.
Mesa II. La estetización de la destrucción. En 1959 Gustav Metzger aventuró que el "arte autodestructivo" habría de convertirse en la "forma de arte público de las sociedades industriales", asumiendo que los procesos de destrucción eran el símbolo más apropiado para mostrar "la transformación de la tecnología en arte público." Sobreviviente del exterminio nazi, Metzger pensaba que la existencia bajo el peligro constante de guerra nuclear y la "coexistencia de la hambruna y el exceso" debían abordarse artísticamente por medio de construcciones, pinturas y esculturas sometidas a procesos de desintegración que durarían algunos segundos o varias décadas. En los siguientes años, una diversidad de estetizaciones de la destrucción quedarán incorporadas al vocabulario artístico contemporáneo, como la profanación de instrumentos musicales por parte de Fluxus o The Who, la de-construcción de edificios de Gordon Matta-Clark e incluso las secuencias finales de Zabriske Point (1970), de Antonioni, que muestran una casa modernista sometida a la violencia de una explosión.
En esta mesa se invita a revisar las diversas formas en que se estetiza el momento y acto de destrucción, tanto en la estética negativa de la modernidad como en el espectáculo de las guerras antiguas o del sacrificio, o en el ejercicio político de prácticas análogas al Potlach en British Columbia. Es necesario pensar también en otras de las expresiones ideológicas que están cerca del objeto o los cuerpos como "trofeos de guerra": puesta en escena del sacrificio, conculcación, profanación, saqueo, autos de fe, quemas de libros y códices, procesiones de sangre o canibalismo.
Mesa III. Desechos. Toda actividad deja tras de sí desperdicios: los sobrantes de un taller, los restos ruinosos de bienes e instrumentos ya desgastados, o incluso el cadáver tras sobrevenir la muerte. Cómo se les concibe, administra y percibe es una de las principales definiciones de toda cultura. Ciertamente, una posibilidad de los desperdicios es servir para la fabricación de nuevos objetos o de contextos culturales, donde su propio valor de desecho entra en juego con su significación.
Los cristianos recuperan fragmentos de los residuos corporales y materiales de sus santos para convertirlos en objetos de culto, como reliquias, y los artesanos peruanos saquean zonas arqueológicas para obtener textiles precolombinos con la finalidad de fabricar muñecas para propiciar la fertilidad de la tierra. La eficacia de los objetos sagrados suele relacionarse con el respeto a la pátina que adhiere la suciedad de años a una imagen y la significación de las excreciones en las distintas culturas. A diferencia del carácter neutro de su exhibición en los museos, los objetos rituales suelen estar en relación directa con lo desechado. Uno de los temas a tratar, desde luego, serán los fenómenos del gusto que se desencadena con todas esas prácticas de reciclaje, como lo demostró en su momento Francis Haskell.
En esta mesa se explorará tanto la significación cultural de los desechos de todo tipo como la utilización de lo abyecto como material artístico, tomando en cuenta la extrema relatividad que los conceptos de pureza y contaminación tienen en diversas épocas y culturas.
Mesa IV. El destino de los des(h)echos. En la larga historia de los artefactos, éstos suelen manifestar una gran cantidad de ciclos de vida. Los restos y fragmentos de otros tiempos y civilizaciones con frecuencia son reutilizados, encastrados, revalorados y adaptados, para dar lugar a nuevas configuraciones estéticas y materiales. La hechura no se considera un acto irreversible y terminal, sino algo que se presta a ser manipulado y desarticulado con toda clase de fines inéditos, al punto de que toda "re-hechura" es también una "des-hechura".
En esta mesa esperamos convocar a una amplia reflexión acerca de los sentidos artísticos y culturales de la reutilización y refuncionalización de fragmentos, desechos y objetos. Se buscan planteamientos que no sólo hagan énfasis en el reciclaje de objetos y utensilios (como en el saqueo de objetos teotihuacanos que reportan las tumbas mexicas) sino en los cambios de valoración derivados de esos re-usos y lo que producen en el tejido de la memoria individual y colectiva.
BASES
1. Se evaluarán para su participación las síntesis de ponencias en español o inglés, no mayores de dos cuartillas y con un título tentativo, que se reciban en el Instituto de Investigaciones Estéticas hasta el 25 de febrero de 2006, inclusive. Se recibirá sólo una propuesta por autor.
2. Las propuestas deberán indicar con una breve exposición de motivos la mesa de trabajo en la que se desea participar. Se debe anexar un resumen curricular del autor, no mayor de dos cuartillas, donde se mencione su adscripción académica y destaque su experiencia en la investigación y la docencia, así como sus principales trabajos y publicaciones.
3. Las propuestas serán examinadas por un Comité de Selección, integrado por miembros del Instituto de Investigaciones Estéticas y especialistas en la materia. El Comité seleccionará las propuestas con base en los criterios de calidad y referencia a la temática. Sólo se aceptarán 30 ponencias.
4. El Comité de Selección dará a conocer las propuestas seleccionadas el 29 de abril de 2006. Su decisión será inapelable.
5. El coloquio se desarrollará del 9 al 13 de octubre de 2006.
6. Los trabajos aceptados y presentados en el coloquio se someterán a consideración para su publicación en la memoria correspondiente.
Atentamente
"POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU" Cd. Universitaria, D.F. a 27 de octubre de 2005
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS
Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM
Circuito Mario de la Cueva s/n
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Fax: 5665.4740