|
 |
 |
Crecen
las instalaciones para la investigación
del arte en México
La biblioteca y el Archivo Fotográfico
entre los más importantes de América Latina:
Uriarte Castañeda
Jorge Bravo
beltmondi@yahoo.com.mx
En 1935 Manuel Toussaint presentó al entonces rector
de la UNAM, doctor Fernando Ocaranza, un proyecto para realizar “una
historia de las artes plásticas en nuestro país”.
El proyecto de Toussaint fue la base para instalar un “Laboratorio
de Arte” a partir del primero de febrero de 1935 (según
el modelo de uno que existía en Sevilla). Este “Laboratorio” tuvo
como sede en un principio un pequeño local en la Escuela
Nacional Preparatoria en San Ildefonso. A tal laboratorio
se integraron, además de Manuel Toussaint, Federico
Gómez de Orozco, Rafael García Granados y Luis
MacGregor. En 1936 se amplió este organismo y se le
designó como Instituto de Investigaciones Estéticas,
en el cual, además de recuperar para México
su arte y la historia de sus realizaciones artísticas,
se amplió en sus funciones para la valoración
de otras actividades como la literatura y el folclore.
Con el tiempo fueron incorporándose, con el mismo
espíritu de indagación y exposición
de sus iniciadores, investigadores ilustres como Justino
Fernández y Francisco de la Maza, Salvador Toscano
y Elisa Vargaslugo Clementina Díaz y de Ovando y Beatriz
de la Fuente, Vicente T. Mendoza y Jorge Alberto Manrique,
entre otros. Al cumplir cincuenta años, el instituto
contaba con 33 investigadores y 25 técnicos académicos.
Este año, en su 70 aniversario, en el instituto trabajan
48 investigadores e igual número de técnicos
académicos. Recientemente, el doctor Juan Ramón
de la Fuente recorrió las ampliaciones realizadas
en los meses pasados, al edificio del instituto, en torno
a los cuales realizamos una entrevista a la actual directora,
María Teresa Uriarte.
El pasado mes de junio el rector de la UNAM, Juan Ramón
de la Fuente, acompañado por María Teresa Uriarte
Castañeda, directora del Instituto de Investigaciones
Estéticas, investigadores, técnicos académicos
y personal de base, recorrieron las instalaciones para inaugurar
oficialmente las ampliaciones de ese mismo Instituto.
 |
Entrevistada al respecto, María
Teresa Uriarte se refirió a que la idea de ampliar
físicamente la sede se inició a partir de que
ella presentó a sus colegas investigadores el proyecto
para buscar la dirección del instituto hace casi ocho
años. “El proyecto consistió en tener
instalaciones adecuadas para que la biblioteca creciera por
lo menos al doble en su área para acervo y almacenamiento.”
En 1999, cuando Uriarte Castañeda presentó su candidatura, “uno
de los problemas más graves de nuestras instalaciones era que en la biblioteca
ya no cabían sus acervos documentales y los libros. En ese momento consideré que
el instituto requería de una nueva biblioteca. Fue un proyecto persistente
que a más de siete años de distancia se hizo una realidad”.
 |
Las nuevas instalaciones de la Biblioteca Justino Fernández
son, además, “el receptorio natural de los archivos
y colecciones particulares que resguarda el instituto. Es
un lugar confiable en el cual algunos creadores han considerado
seguro para depositar sus obra y sus documentos”.
Esa necesidad prioritaria
permitió que las demás áreas del
Instituto de Investigaciones Estéticas: el Laboratorio de Arte, el Archivo
Fotográfico Manuel Toussaint y los demás espacios para la investigación
del arte en México, también resultaran beneficiadas con nuevas
instalaciones y más y mejores espacios.
Uriarte Castañeda explica que la ampliación permitió crear
espacios adicionales. “Todas las áreas crecieron y se crearon nuevas
como el Salón de Becarios. También creció el número
de cubículos para los investigadores y los salones de juntas y de clases.
El estudio de las necesidades de crecimiento del instituto reveló la imperiosa necesidad
de contar con una Secretaría Técnica que antes no existía”.
¿Cómo se organizaron los espacios y las
ampliaciones?
En repetidas ocasiones acudió al instituto personal de la Dirección
General de Obras para entrevistarse con cada uno de los coordinadores de área
para determinar cuáles eran sus necesidades y sus posibles soluciones.
Además
de la biblioteca, la cual actualmente alberga cuarenta mil
volúmenes, “fue muy importante repensar el área
de imagen en función de las nuevas tecnologías”.
Antes y durante el periodo de María Teresa Uriarte
como directora del instituto, ha sobrevenido una muy importante
transformación tecnológica en relación
con la imagen y el proceso de digitalización de la
misma. “El Archivo Fotográfico Manuel Toussaint
es uno de los más importantes de América Latina.
El reto actual es digitalizar lo más pronto posible
una amplia cantidad del material fotográfico con que
cuenta el instituto, para que se haga accesible a través
de la red. Los aspectos técnicos de la fotografía
están cambiando rápidamente. Ya no es necesario
un cuarto oscuro como hace algunos años. En cambio,
sí necesitábamos tener mejores cámaras
digitales para que la fototeca ampliara el mayor número
de años útiles. La digitalización de
imágenes ya prácticamente no requiere de espacios
físicos.” Hasta el momento, en el Archivo Fotográfico
Manuel Toussaint se han digitalizado cincuenta mil imágenes.
Con base en la estructura que usted creó durante
su gestión de casi ocho años, ¿de
qué manera se ha proyectado la imagen del instituto
hacia fuera de la UNAM?
De muchas formas. Estoy convencida de que el instituto tiene una presencia nacional
e internacional mucho más importante de la que tenía hace ocho
años. Es natural. Nuestros investigadores, en esta aldea global, tienen
cada vez más contactos, de todo tipo, con el exterior. Hemos creado vínculos
internacionales porque es mucho más fácil en nuestros días.
Tenemos proyectos específicos y generales, entre otros, con la Universidad
Complutense de Madrid y con el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Cada investigador,
además, de manera individual y a diario, establece sus propios vínculos
académicos. Los coloquios internacionales que anualmente se organizan,
y otros muchos eventos académicos, responden a las necesidades e inquietudes
del instituto y sus investigadores. El instituto se ha consolidado en sus programas
institucionales y a través de sus investigadores.
¿Cuál es el legado institucional y académico
para quien encabece en los próximos años
el Instituto de Investigaciones Estéticas?
La ampliación física de la estructura institucional permitirá que
el próximo director incorpore o cree nuevos servicios para la investigación
del arte en México. La experiencia del instituto indica que caminamos
sobre lo que dejó puesto el director anterior. Considero que estoy ofreciendo
a mi sucesor una vía muy operativa para continuar con un trabajo cada
día más productivo dentro del instituto. Existe ya una estructura
y una infraestructura muy amplias en todos sentidos, fundamentalmente gracias
al trabajo reconocido de todos sus miembros.
Inserción en Imágenes: 06.07.06.
|
 |