Catálogo Nacional de Escultura Novohispana
Elisa Vargaslugo
elisabosch@prodigy.net.mx
Gabriela García Lascuráin
glascurain6@prodigy.net.mx
Antecedentes
La idea original del Catálogo Nacional de Escultura
Novohispana surgió cuando el Fondo de Cultura Económica
solicitó al Instituto de Investigaciones Estéticas
de la UNAM la coedición de un libro sobre el patrimonio
escultórico novohispano. Para tal efecto se reunieron
los más importantes especialistas en arte colonial
y llegaron a la conclusión de que aún no era
posible hacer ese libro de escultura novohispana, porque
en realidad ésta no se conocía en su mayor
parte. Sólo se tiene conocimiento de ciertos ejemplos
representativos de cada época y de cada estilo; sin
embargo, ese material y esa información ya ha sido
publicada -incluso en repetidas ocasiones- en diversos libros
y textos desde el siglo pasado.
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Por otra parte, el objetivo principal del proyecto consistía,
no en hacer un gran inventario sino, más bien, un
estudio estético sobre la escultura novohispana. Por
lo tanto, los investigadores y las personas involucradas
en el proyecto original concluyeron que no era posible avanzar
en la investigación si no se contaba previamente con
un catálogo que registrara y diera cuenta de la escultura
novohispana a nivel nacional; no sólo en las principales
capitales del país, también en las comunidades
y en los pueblos donde se hallan estas obras de arte.
Fue la
doctora María Teresa Uriarte, directora del Instituto
de Investigaciones Estéticas (IIE), quien finalmente
propuso que se realizara el Catálogo Nacional. A finales
del año 2000 el IIE celebró un acuerdo de colaboración
con el Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH), con la finalidad de establecer una participación
conjunta que permitiera formalizar y efectuar la investigación
y el registro del patrimonio escultórico novohispano
a nivel nacional.
Por parte del Instituto de Investigaciones Estéticas
de la UNAM se nombró como coordinadora del proyecto
a la doctora Elisa Vargaslugo, y por parte del INAH a la
restauradora Gabriela García Lascuráin.
Capacitación y estructura
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El proyecto como tal, denominado Catálogo
Nacional de Escultura Novohispana, inició formalmente
en marzo del 2001 con un curso intensivo de capacitación
para alumnos egresados de las universidades estatales. Al
curso -impartido en el IIE- acudieron alrededor de treinta
personas, además de quince investigadores del propio
Instituto y el INAH. El objetivo principal del curso consistía
en capacitar y en especializar a jóvenes de las universidades
de los estados capaces de iniciar el registro y la catalogación
de la escultura novohispana. A través del curso se
buscó habilitar y formar localmente a nuevos estudiosos
para que ellos mismos aprendieran a realizar el registro
y la catalogación de las obras. Se instruyó a
los estudiantes sobre el manejo de la base de datos a partir
de una ficha de registro de información, previamente
diseñada en coordinación con la Dirección
General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).
Asimismo se abordó el tema de la escultura novohispana
en sus aspectos histórico, estético y técnico.
Se realizaron algunas visitas a templos de la Ciudad de México
para que los alumnos aplicaran los conocimientos adquiridos
en torno a la ficha de registro. También se pretendió incentivar
y familiarizar a los estudiantes en la protección
del patrimonio artístico y en el interés hacia
la investigación especializada. Lo anterior porque
en las universidades estatales escasamente existen las carreras
de Historia o la especialización en Historia del arte.
Más bien los alumnos eran egresados de carreras afines
como la arquitectura o las artes visuales. Finalmente se
realizó una evaluación, cuyo resultado permitió seleccionar
a quienes participarían en el proyecto. A partir de
mayo del 2001 cada estado quedó representado por seis
personas.
Objetivos
Conocer, clasificar, investigar y conservar
la escultura novohispana ubicada en los recintos religiosos.
Formar y capacitar un equipo de trabajo que
lleve a cabo el levantamiento del patrimonio escultórico.
Incorporar a estudiantes de licenciatura y
posgrado que se interesen en la investigación y conservación
de este valioso acervo artístico e histórico
de México.
Difundir los resultados del programa a través
de publicaciones regionales y nacionales que promuevan su
estudio y preservación.
Crear una base de datos para investigación
y conservación.
Los coordinadores generales del proyecto nombraron a su
vez a otros coordinadores (especialistas en el área
de estudio del programa) en los estados de la República
donde el IIE ya había realizado gestiones y acuerdos
de colaboración. Estas entidades fueron Hidalgo, Oaxaca,
Estado de México y el Distrito Federal. Se requería
el apoyo económico de los gobiernos estatales para
que los estudiantes pudieran asistir al curso de capacitación.
Hasta el momento el pago parcial de las becas corresponde
a las entidades federativas e, indistintamente según
cada estado, al INAH, al IIE y a Fomento Cultural Banamex
que también ha financiado el proyecto en cuanto a
equipo de cómputo.
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Los coordinadores (generales y locales) tienen
reuniones periódicas para abordar los temas del proyecto
y los avances en la investigación. Cuando es indispensable
algún tipo de asesoría técnica, se acude
directamente a las entidades participantes. También
se realizan -a petición de los coordinadores locales-
cursos de actualización de conocimientos para capacitar
a los nuevos alumnos que se incorporan al proyecto sobre
temas como la base de datos del programa, iconografía,
técnicas de manufactura, fechamiento de las piezas,
distinción de los materiales, etcétera.
La ficha de trabajo
Antes de que diera inicio formalmente el proyecto del Catálogo
Nacional de Escultura Novohispana, ya existía una
instancia federal capacitada para realizar catálogos
de bienes artísticos desde hace más de diez
años. Esa dependencia es la Dirección General
de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural (DGSMPC) del
CONACULTA. De esta manera, el IIE se apegó desde un
principio a la base de datos y al diseño de la ficha
de trabajo que ya utilizaba la DGSMPC, con el fin de unir
y aprovechar los esfuerzos ya realizados y establecer estrategias
idóneas. Lo anterior permitiría compartir datos,
material e indagaciones sin necesidad de duplicar funciones
o gastar recursos adicionales.
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También se trabajó con los catálogos
realizados por el INAH en épocas anteriores, los cuales
contaban con fichas muy sencillas. No obstante, la ventaja
del material proporcionado por el INAH fue que contaba con
fotografías y croquis arquitectónicos de los
edificios donde se hallan las obras de arte. La información
y el material iconográfico se revisó y se incluyó en
las nuevas fichas del catálogo nacional.
Precisamente
con base en el proyecto de escultura novohispana el diseño
de la ficha de registro se mejoró y se enriqueció a
partir de la versión original. Se incluyeron campos
de captura en cuanto a las técnicas y a los materiales
de las piezas de arte. Lo anterior permitió a los
inventaristas o catalogadores la posibilidad de elegir entre
varias opciones objetivas. De esta manera se evitó la
descripción vaga o prolija de las obras, lo cual ocasionaba
confusiones.
Otro de
los campos de la ficha es el que se refiere al estado de
conservación de la obra, el cual puede ser bueno,
regular o malo. También se tiene contemplado el periodo
de fechamiento o época de manufactura de la pieza,
así como ubicación dentro del recinto religioso,
croquis con medidas, dimensiones y la descripción
formal. Existe un campo para observaciones donde se pueden
añadir datos adicionales. En suma, el objetivo principal
de la ficha de registro es la identificación detallada
de la obra.
La sistematización de datos e información
contenidos en las fichas de registro se realiza por entidades
federativas. El contenido de las mismas es revisado y verificado
por los coordinadores para que no existan datos erróneos.
Actualmente la base de datos del Catálogo Nacional
de Escultura Novohispana está integrada, aproximadamente,
por ocho mil fichas sobre retablos, pilas bautismales, portadas,
púlpitos, imaginería exenta, mobiliario eclesiástico,
etcétera.
Este registro ha permitido identificar nuevas líneas
de investigación encaminadas a definir tipologías
e iconografías locales, establecer fechas y periodos,
conocer los materiales y las técnicas de manufactura,
identificar autorías de las obras, así como
recopilar bibliografía especializada, realizar glosarios
de términos, nóminas de escultores y columnarios
regionales.
Cabe señalar que por razones de seguridad y protección
de las piezas catalogadas, el resultado de la investigación
no se hace del conocimiento público. Tampoco la base
de datos es accesible a todas las personas. No obstante,
a los investigadores especializados sí se les permite
la consulta para coadyuvar a sus propias indagaciones. En
todo caso se requiere elaborar una solicitud -por parte del
investigador o institución interesados- que explique
y justifique la consulta.
El patrimonio escultórico novohispano
en
el estado de Hidalgo
Mediante un acuerdo de colaboración con el Instituto
de Investigaciones Estéticas de la UNAM, el gobierno
del estado de Hidalgo asumió como propio el proyecto
de catalogación de su patrimonio escultórico
novohispano. Al entonces gobernador de la entidad, el licenciado
Manuel Ángel Núñez Soto, le pareció magnífica
la idea de registrar las piezas de escultura novohispana
que existen en los recintos religiosos del estado. Durante
su administración el gobierno contribuyó con
el pago de las becas a los estudiantes y brindó apoyo
mediante un vehículo para hacer los recorridos a las
distintas localidades y parroquias del estado. Actualmente
en Hidalgo ya se tiene un avance en la catalogación
del 80 por ciento.
Cabe destacar
como acontecimiento inédito, el hecho de que el exgobernador
Núñez Soto, durante su gestión, reunió a
los representantes de las comunidades parroquiales y a las
autoridades de las instancias culturales federales (CONACULTA,
INAH, IIE) y, ante notario público, levantó el
acta correspondiente de la entrega de los Expedientes de
Registro del Patrimonio Cultural Mueble Religioso realizados
por los investigadores. Durante una ceremonia celebrada en
el Cuartel del Arte, el 25 de mayo del 2004 en Pachuca de
Soto, el exgobernador Núñez Soto legalizó y
responsabilizó a las autoridades eclesiásticas
y a sus comunidades de la investigación realizada
y del patrimonio artístico catalogado
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Lo anterior resulta fundamental porque los bienes artísticos
contenidos en las parroquias no son propiedad ni responsabilidad
de la Iglesia sino de orden público. El antecedente
histórico de esta disposición jurídica
se halla en la desamortización y la confiscación
de los bienes eclesiásticos que establecen las Leyes
de Reforma. Por lo tanto, el gobierno federal es el responsable
directo del patrimonio artístico, pero difícilmente
cuenta con los recursos suficientes para resguardarlo, preservarlo
y protegerlo como establece la Ley federal sobre monumentos
y zonas arqueológicas,
artísticos e históricos del 6 de mayo
de 1972 (reformada el 13 de enero de 1986) en su artículo
segundo: "Es de utilidad pública, la investigación,
protección, conservación, restauración
y recuperación de los monumentos arqueológicos,
artísticos e históricos y de las zonas de monumentos." Es
a través de los institutos culturales del país,
en coordinación con las autoridades estatales, municipales
y los particulares (asociaciones civiles, juntas vecinales
y uniones de campesinos como órganos auxiliares),
como se impide el saqueo y se logra preservar el patrimonio
artístico e histórico de la nación.
Con el cambio de administración en el estado de Hidalgo,
el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM
ha iniciado gestiones para continuar y concluir el proyecto
de escultura novohispana en esa entidad.
Continuación y ampliación del proyecto
Uno de los objetivos del proyecto consiste en alcanzar en
todos los estados de la República participantes, y
en aquellos otros que se sumen en el futuro, un acuerdo que
integre al Instituto de Investigaciones Estéticas
de la UNAM, al Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH) y a la Dirección General de Sitios
y Monumentos del Patrimonio Cultural del CONACULTA.
Este acuerdo tripartita busca obtener una ficha
de registro única para cada obra de arte. Esta ficha única
podrá ser completada y enriquecida por todas las instituciones.
Asimismo permitirá intercambiar información
de manera mucho más eficiente entre las instancias
federales, así como ahorrar recursos, tiempo y esfuerzo.
Además, existe la posibilidad de que la base de datos
se encuentre tanto en el IIE, el INAH y la Dirección
General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural para
que pueda ser consultada indistintamente por los investigadores,
los restauradores, etcétera.
En resumen, la propuesta del acuerdo tripartita contempla
lo siguiente:
1) la colaboración de las tres instituciones
culturales (IIE, INAH y DGSMPC),
2) la ficha de registro única
y 3) el intercambio eficiente de información. De concretarse,
este vínculo entre instituciones y la búsqueda
de una base de datos y una ficha de registro únicas
para fines de investigación será inédito.
Además de los cuatro estados donde actualmente opera
el proyecto de escultura novohispana (Hidalgo, Oaxaca, Estado
de México y el Distrito Federal), se tiene contemplado
que en el año 2006 se ponga en marcha en Michoacán.
Asimismo, la dirección del Instituto de Investigaciones
Estéticas de la UNAM realiza las gestiones pertinentes
para iniciar el catálogo en otras entidades como Campeche
y Veracruz. Sumado al apoyo económico de los estados
y a la participación de los institutos culturales
del país, el IIE se compromete a capacitar al personal
que realizará el trabajo de catalogación.
Tipología Regional del Retablo Novohispano
Aunque independiente, el programa de Tipología
Regional del Retablo Novohispano surgió a partir del
proyecto de escultura novohispana. En el año 2003
el Instituto de Investigaciones Estéticas concursó a
través de la convocatoria del Programa de Apoyo a
Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica
(PAPIIT) de la Dirección General de Asuntos del Personal
Académico (DGAPA) de la UNAM. Se evaluaron diversos
temas de historia del arte y se decidió que la investigación
y los estudios se realizaran en torno a los retablos.
Desde un
principio se realizó el diseño de una nueva
base de datos para el proyecto de retablos. Se convocó a
varias cesiones con los investigadores especializados en
arte colonial para, con base en una propuesta previa, discutir
los campos de información de la base de datos y la
descripción de los retablos.
El proyecto
de Tipología Regional del Retablo Novohispano cuenta
con becarios universitarios del PAPIIT egresados principalmente
de las carreras de Diseño Gráfico, Historia
e Historia del Arte a través de estudios de posgrado.
La información que alimenta la base de datos
sobre los retablos proviene de fuentes bibliográficas,
documentales e iconográficas, como es el caso del
Archivo Fotográfico del Instituto de Investigaciones
Estéticas de la UNAM. Hasta el momento ya se tienen
digitalizadas todas las diapositivas sobre retablos con su
respectiva ficha de registro. Algunas de estas fichas sólo
tienen el nombre, la ubicación, las medidas, etcétera,
de la obra. Aunque se trate de poca información, ya
queda abierto el expediente de cada retablo. Actualmente
en la base de datos del programa existe un aproximado de
mil fichas de retablos, la mayoría de ellas con imágenes.
Dentro de la ficha de registro se contempló un
campo de captura donde se indica si el retablo en cuestión
existe aún o está desaparecido. Lo anterior
porque puede ocurrir que el retablo ya no existe físicamente
pero, en cambio, sí se posee toda la información
y documentación para catalogarlo.
En el programa
de Tipología Regional del Retablo Novohispano están
consideradas, además de la base de datos y la colaboración
de los becarios, otras actividades como la invitación
a profesores extranjeros especializados en retablos, quienes
han acudido al IIE a impartir cursos. Asimismo la publicación
de varios cuadernos de divulgación.
Tal y como
ocurre con la base de datos de la escultura novohispana,
la de los retablos tampoco está a disposición
de todo el publico. Se requiere de un trámite que
justifique el interés por realizar la consulta.
Conclusiones
Se espera que los gobiernos locales, las universidades,
las instituciones culturales, los estudiantes de licenciatura
y posgrado y los particulares se sumen a este esfuerzo conjunto
de conocer, clasificar, investigar y conservar el patrimonio
artístico ubicado en los recintos religiosos, a través
de los proyectos y programas de investigación que
coordina y promueve el Instituto de Investigaciones Estéticas
de la UNAM. El objetivo primordial consiste en impulsar la
investigación especializada que permita producir conocimiento
original; pero sobre todo crear consciencia sobre la importancia
de preservar, defender y proteger las variadas manifestaciones
artísticas y culturales de nuestro país.
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